Skip to main content

Una puerta a otro mundo- Parte 6

 Brandon despertó con un horrible dolor de espalda, y le costó un poco levantarse, pero el olor de una deliciosa comida hizo que lo olvidara rápidamente. Al caminar hacia la cocina, se dio cuenta de que ahora podía notar que algunos objetos alrededor de la habitación tenían ojos que lo miraban. -''Oye Darkrai, creo que tus muebles me están mirando''-

-''Ah sí, olvidé decirte, ahora que te has tranformado en un demonio tienes el poder de la visión, osea que ves lo que antes estaba oculto, en este caso, puedes ver que mis muebles están hechos de almas''- -''Eso de la visión está genial, pero, ¿cómo que tus muebles están hechos de almas?''- preguntó Brandon confundido, -''¿Que te parce si vienes y comes algo? Alex te espera afuera y dice que, si te tardas mucho, se va a ir sin ti y tú te quedarás a vivir conmigo''- Brandon no dijo nada más, ya que notó que Darkrai estaba evadiendo la pregunta, se sentó a la mesa y comió lo que parecían ser huevos fritos (aunque eso no era seguro, la yema era verde), pan tostado y se bebió una taza de café. Al salir, Alex estaba sentado en su auto y la puerta trasera estaba abierta, -''Bueno, sube, te diré a dónde vamos una vez arranquemos''- una vez Brandon estuvo dentro del auto, este arrancó inmediatamente. -''Vale, entonces, cómo te dije hace un minuto, iremos al Mercado Central a comprar suministros, ya sabes, cosas que nos servirán en el futuro''- y tras terminar la frase, el auto se detuvo, y ambos se encontraron frente a un enorme edificio con techo de cristal, la entrada consistía en dos enormes rejas de metal abiertas de par en par, tras ellas, una gran cantidad de puestos era visible. -''Bueno, toma, son $100, ve y busca lo que hay en esta lista, incluso me tomé la molestia de hacer unos dibujos para que sepas lo que buscas, si tienes suerte encontrarás todo en un mismo lugar, mientras tú buscas eso, yo nos buscaré unas armas, tranquilo, que van a ser cosas como pistolas eléctricas y así, nada letal''-  -''Muy bien, ¿en dónde nos encontramos?''- Alex no hizo nada más que señalar la puerta de entrada (que también hacía de salida) e irse, entonces Brandon asumió que se encontrarían allí, entonces comenzó a caminar y a buscar lo necesario. Lo primero era un ''Abalorio del Renacer'' y este era de hecho muy similar a los Abalorios Debacle, un tesoro de una civilización antigua el cuál se dice contiene el alma del rey para el que fueron fabricados. Aunque ahora no quedaba tiempo para pensar en las clases de historia, porque Brandon había encontrado un puesto dónde vendían todos los objetos que estaban en la lista. -''bienvenido a mi tienda, ¿qué necesitas?''- preguntó la calavera de búfalo que Brandon inicialmente pensó era una decoración. -''Bueno, necesito 5 Abalorios del Renacer, dos Lágrimas de Irene y un Ámbar Gris''- respondió el muchacho sin perder ni un segundo, -''Muy bien, serán $200 por todo eso, jovencito, vaya, jamás imaginé a alguien cómo tú siendo un guerrero, las apariencias si engañan''- Brandon ignoró la última parte de lo que dijo el cráneo viviente, estaba sorprendido, no tenía suficiente dinero para pagar y no sabía muy bien que hacer, y presa del pánico decidió tomar todo y echarse a correr. Mientras avanzaba rápidamente por los estrechos pasillos de aquel extraño mercado, el cráneo parlante, ahora prendido en llamas lo perseguía mientras le gritaba en un idioma que él no entendía. Brandon miraba hacía todas partes buscando a Alex, quién parecía haberse esfumado, aunque en su frenética búsqueda vio brillar un agujero en la pared, y con una agilidad que no sabía que tenía, se deslizó dentro de él ocultándose del furioso cráneo volador. Al salir, ahora más calmado, finalmente pudo encontrar su camino hacia la salida, dónde se encontró con Alex. -''Oh, al parecer encontraste todo lo que pedí, y mira eso, incluso te quedaste con el dinero, cada vez un poco más demonio, eh''- -''¡Claro que no! Entré en pánico porque no me diste suficiente dinero para estas baratijas de la suerte y simplemente escapé porque esa cosa me iba a comer.''- Alex no respondió, al parecer, no creía la explicación del chico, -''Bueno, sígueme, que te necesito conmigo para medirte la armadura y para que te hagan la espada a la medida''-

Comments

Popular posts from this blog

SCP-987 White man

OBJECT CLASS: DANGEROUS ESPECIAL CONTAINMENT FEATURES:  The creature can't be contained as it is made out of pure fog.  This humanoid being is extremely hostile as it tries to attack everything within a 2 meters radius also can only calm the creature down by showing it a white flag, how convenient  the creature appeared during a daily check-up and, everything in our power was tried to stop it until without no option we had to call agent Echo who was wearing a WHITE  suit, the monster instantly calmed down and disappeared. Later the monster was registered as SCP-987 White man. Several investigations were made about how the creature can harm a human being as it is only made of fog. The only successful analysis that could be run determined that the creature uses pressurized air to make fog blades that cut like razors. FIRS INTELLIGENCE DEMONSTRATION (SCP-987 walks around the interview room) DR.Light: are..are you OK? SCP-987: don't see ...

SCP-1902 the clockwise monster

OBJECT CLASS: EUCLID SPECIAL CONTAINMENT FEATURES: the creature needs to be contained at the same clock tower it lives in. it will NEVER GO OUT of the tower just if the situation is worth it. The creature was found next to the dead corpse of SCP-120 "the wandering faith" after the moster fell to the flor, dead damaging his clock tower. After a long fight the creature was nocked down by SCP-988 "breaking news" our only friendly titan SCP. We discovered that the creature disguises as the clock part of the tower. That´s probably the reason of the most of the misterios disspearings of the staff who dedicated to clean up that tower.

Golden Gear Chronicles | Mini-release #1: meet the gang!

The sun rose lazily over the rolling fields of Golden Hills, its golden rays casting long shadows across the quaint town nestled in a lush valley. The soft hum of morning life filled the air—birds chirped from the branches of oak trees, the gentle clatter of breakfast dishes echoed from open windows. Golden Hills was a place where time felt slower—but not in a bad way. It was the sort of town where people knew your name—and your quirks, too. That’s why no one batted an eye when the sound of a loud BANG reverberated from the wooden shed in the corner of the Zonai family’s yard, followed by a plume of green smoke rising above the rooftops. From out of the shed stumbled a tall Zonai boy, around fourteen years old, coughing as he removed a heavy soldering mask from his face. “Note to self: rockets are activated outside ,” Zynan muttered, waving away the lingering smoke as he trudged toward the house. “Oh, Zynan, dear,” his mother, Leira, called from the kitchen, where she sat sipping tea a...