Cruzando las Fronteras, Capítulo #8

 Bluey despertó muy contenta de haber, finalmente, terminado con el abuso que Rusty le daba a sus pobres compañeros, y la alegría se reflejaba en la forma en que su cola se agitaba de lado a lado rítmicamente. Repitiendo lo que ahora ya era rutina, Bluey bajó al comedor para tomar el desayuno, y encontró a Rusty comiendo con una sonrisa que se veía antinatural en él, considerando que su expresión facial usual era de seriedad. Jack sonreía también, feliz de que su mejor amigo hubiese mostrado algo de amabilidad, pero algo faltaba en ese Despertar, Bluey notó que Rusty aún no se disculpaba abiertamente cómo habían hecho los anteriores objetivos de los ladrones cómo Kamoshida o Madarame, pero ella no se preocupó, talvez el momento llegaría luego. Así que, aprovechando la calma, la cachorra se sentó, y esperó a un mesero para que le sirvieran el desayuno.

Unas horas más tarde, tras una pequeña visita un cercano museo, la clase volvió al hotel y los profesores les autorizaron para salir a la ciudad, Bluey por su parte quería ir de nuevo al Metaverso, a explorar y ver si había algún otro Palacio, así que llamó a Ren por telefóno, ''Buenas tardes, ¿cómo estás? Me preguntaba si querías ir al Metaverso conmigo hoy a buscar algún otro Palacio'' le dijo una vez Ren contestó la llamada, ''Buenas tardes, estoy muy bien, gracias.'' comenzó él, ''Pero es muy pronto para ir al Metaverso una vez más. ¿Te parece bien si esta tarde vamos a algún sitio a divertirnos? Conozco varios lugares que te encantarán'' Bluey aceptó un poco decepcionada, pero Ren tenía razón, un descanso era necesario, los últimos días habían sido los más agotadores de toda su vida.

Una vez llegó el momento, Bluey y Ren se reunieron en la entrada del Shibuya Hotel, ''¡Hola, Ren! Estoy lista para ir a divertirnos'' le dijo ella muy entusiasmada, Ren sonrió y levantó las orejas, su cola gitándose felizmente, ''Sí, yo también estoy emocionado, te enseñaré el Arcade y el Big Bang Burger, que son básicamente los dos mejores lugares a los que ir cuando te aburres'' explicó el pastor alemán, pero antes de que los dos pudieran irse, una voz femenina los interrumpió, ''Vaya, vaya. Miren, es Bluey y so nuevo novio.'' les dijo la chica, quién era nada más y nada menos que Judo, una ex-amiga de Bluey con quién ella ya no hablaba más, y la razón era obvia: Judo era una metida y chismosa de primera, no había secretos con ella, y al parecer, Judo tenía siempre la necesidad de saber todo sobre sus amigos y amigas, desde qué hacían y cuando, hasta con quién más pasaban el tiempo, sin dudas una persona insoportable. ''¡Cállate el hocico, Judo! Ren no es mi novio'' le respondió Bluey, enojada, Judo, ofendida porque la callaron respondió ''Entonces ya quisieras que fuera, es el chico más guapo que he visto'' le dijo, queriendo ofenderla, pero Ren fue más veloz que Bluey al responder ''Escucha, no sé quién eres, pero Bluey no te ha hecho nada, y nosotros solo vamos a ir a comernos una hamburguesa, así que si nos haces el favor de dejar de meter tu enorme nariz en dónde no te llaman, te lo agradeceremos mucho'' Judo se quedó callada un pequeño momento, pero después de se dio la vuelta y resopló indignada, y caminó hacia el interior del hotel nuevamente, Ren se río ''Si no le gusta que la insulten, ¿por qué me insultó primero?'' comentó de forma sarcástica, alejándose, mientras Bluey soltaba una lijera risita, nadie se atrevía a responder a Judo si no querían ganarse una detención, porque ella siempre decía todo a los profes, afortunadamente, a Ren no podían importarle menos los profesores de Bluey, lo que en verdad le molestaba era que alguien hubiese tratado mal a una de sus amigas.

Las luces fluorescentes destellaban en la concurrida calle principal de Shibuya, donde una marea de personas fluía como un río constante entre los coloridos escaparates y las llamativas señales luminosas. Bluey se encontraba maravillada por la energía vibrante que llenaba el aire, sus ojos brillaban con asombro mientras observaba el bullicio de la ciudad, su asombro fue mayor al que sintió cuando los profesores llevaron a su clase allí el primer día, porque a diferencia de este momento, ahora tenía la libertad de detenerse cuando quisiera, y observar todo con atención. Ren caminaba a su lado, navegando con facilidad entre la multitud mientras guiaba a Bluey a través del laberinto de calles. El sonido de la música callejera y las voces animadas se mezclaba en una sinfonía urbana que resonaba en sus oídos. "¿No es increíble, Bluey? ¿Te puedes creer que yo vengo aquí todo el tiempo? Es una cosa de locos, en serio." Ren se volvió hacia ella con una sonrisa, captando su expresión de asombro. "Shibuya siempre está llena de vida, es como el corazón palpitante de Tokio. Este lugar lo tiene todo, como ya sabes: armas, armaduras, medicina, lo que tu corazon de guerrero quiera, pero hoy, ignoraremos eso y nos divertiremos, disfrutaremos del dinero obtenido derrotando sombras" Bluey asintió con entusiasmo, sintiendo la emoción palpable en el aire. "¡Es asombroso! Nunca había visto nada igual en toda mi vida. Todo es tan... ¡tan grande y emocionante!, ¡No le puse tanta atención cuando los profes no guiaban, es como verlo por primera vez!" Ren rió suavemente, disfrutando de la respuesta de su nueva amiga. "Bueno, prepárate para más, porque todavía no hemos visto lo mejor. Estamos a punto de entrar en una de las partes más emocionantes de Shibuya." Mientras avanzaban por la calle principal, Bluey se maravillaba con cada tienda y cafetería que pasaban, absorbiendo cada detalle con ojos curiosos. La energía del lugar la envolvía, haciéndola sentir como si estuviera viva por primera vez en mucho tiempo. "¿A dónde vamos primero?" preguntó Bluey, apenas capaz de contener su emoción. Ren le lanzó una mirada pícara. "Oh, ya verás. Tenemos algunos lugares muy especiales que visitar." Y con eso, continuaron su camino hacia la próxima aventura en Shibuya.

El primer destino era el Big Bang Burger, una tienda de hamburguesas muy similar a cualquier otra, pero esta marca era desconocida para Bluey, puesto que esta tenía sucursales únicamente en Japón, y extrañamente, una sola en Hawaii. Al llegar a la entrada, Ren posó dramáticamente y dijo ''Ahora, contempla, el lugar para comer más delicioso y barato en todo Japón, si comes aquí, te llenarás por una semana'' exclamó, Bluey soltó una carcajada, ''¿En serio? ¿Tanto sirven?'' preguntó entre risas, ''Oh, no es eso, ya lo verás, en serio, se te va caer la cola de la sorpresa'' le respondió Ren con una sonrisa pícara en su rostro, esto hizo desconfiar un poco a Bluey, pero, ella estaba segura de que Ren no le haría ningún daño. La camarera del lugar estaba vestida de forma extraña, un poco como aquellos soldados en ''Star Wars'', pero su atuendo extraño estaba en completa sincronía con todo el establecimiento, a dónde sea que miraras el lugar estaba decorado cómo una nave espacial, dándole un aire futurista, todo acompañado de una música de fondo bastante curiosa, notas extrañas y sin orden alguno, sin duda todo el lugar sentía de otro mundo. ''Saludos, tripulantes, ¿que puedo ofrecerles?'' preguntó ella, sonriente, ''Yo yo a querer una Cosmic Tower Burger, y para ella, una Big Bang Burguer regular'' respondió Ren, la chica dió un lijero respingo del que se repuso al instante, ''Enseguida, su orden estará lista'' dijo mientras se alejaba de la mesa. ''¿Porque esa chica se asustó tanto cuando pediste una Cosmic Tower Burger? No comprendo que significa...'' dijo Bluey extrañada, Ren no hizo más que esbozar una ligera sonrisa, señal de que esa Cosmic Tower Burger la iba a dejar sin palabras. Pasaron 15 minutos, y para ese momento Bluey se estaba cansando de esperar, el cautivador olor de las deliciosas hamburguesas, mezclado con el olor de las papas fritas llenaba su nariz y hacía que su imaginación volara, ¿cómo sería aquella misteriosa Cosmic Tower Burger? Las coas iban un poco lentas, así que ella decidió mirar hacia la puerta que llevaba hacia la cocina, cuando de repente esta se abrió, y de dentro salió un mesero que con dificultad, sostenía un enorme plato con una hamburguesa que tenía tres veces el tamaño de su cabeza con una sola mano, y en la otra, traía una pequeña hamburguesa con queso de aspecto ordinario, y para horror de Bluey, el tipo dejó ambos platos en su mesa, ''Aquí está su Cosmic Tower Burger y su Big Bang Burger, disfrútenlas'' dijo el mesero, alejándose. Bluey estaba muy asustada, ''Ren, ¿vas a comerte todo eso?'' preguntó con un tono preocupado, ''Pues claro, ¿si no para qué crees que gasté 500 yenes en esta cosa?'' le respondió, Bluey tragó saliva, ¿cómo iba a hacerle un pastor alemán para comerse eso? esa hamburguesa sería un reto incluso para un gigantesco gran danés o san bernardo, Ren, a comparación de esos gigantes, parecía un cachorro, no iba a acabarse la hamburguesa, pensó Bluey, segurísima de ese hecho, pero se equivocó a lo grande. Ren comenzó dando enormes mordiscos, aprovechando sus filosos colmillos para destrozar aquella hamburguesa como una sierra eléctrica, y entre más mordía, más trozos gigantes de hamburguesa iban desapareciendo, su hocico se cubría poco a poco de distintos tipos de salsa, y la expresión en su rostro era fiera, como la de un lobo de las cavernas devorando a su presa, Bluey por su parte estaba horrorizada, apenas había acabado sus papas fritas cuando Ren iba por la mitad de aquel titánico platillo, Bluey odiaba ver a los demás comer, porque le parecía extraño, pero la manera tan simplemente bestial en la que Ren devoraba la indefensa Cosmic Tower Burger era hipnotizante, tal y cómo verlo en el Metaverso destrozando a las sombras con su daga, Bluey siguió viendo con una mezcla de preocupación por la salud de Ren a largo plazo, y asombro por la manera en la que desgarraba los aparentemente completos y para nada molidos trozos de carne que componían aquella abominación erróneamente nombrada hamburguesa. No pasaron ni 15 minutos, y el enormísimo plato había quedado vació, ni una migaja a la vista, ella aún ni se comía la mitad de su hamburguesa y sólo se había terminado las papas, y Ren se había acabado una hamburguesa del tamaño de su torso, ''Huff... ¿ves que te he dicho? apenas vamos una hora de diversión y ya hemos comido lo suficiente para un buen rato... ¿que dices si vamos a un lugar con más acción?'' dijo Ren con dificultad pero de forma tan calmada que no parecía haber estado tratando de asesinar brutalmente a aquel sándwich de titanes, ''Vale... pero no te comas otra de esas cosas, que la siguiente te da un infarto seguro'' respondió Bluey, guardando lo que le sobró de la hamburguesa que Ren le había comprado, osea más de la mitad, haberle visto comer tal leviatán le había comprado, causando que él se echara a reír.

Después de disfrutar de una comida gigantesca en el Big Bang Burger, Ren y Bluey decidieron dirigirse hacia el Arcade de Shibuya, un lugar lleno de luces parpadeantes y sonidos estridentes que anunciaban la emoción que les esperaba dentro. Al entrar, se sumergieron en un mar de máquinas de videojuegos de todas las épocas, desde los clásicos de los años 80 hasta los más modernos simuladores de realidad virtual. Ren se diriguió a un juego de disparos bastante particular ''Hero's Duty'' era su título, ''¿Qué te parece este? Es el favorito de Ryuji, y si sé algo de ti es que esta clase de cosas te encantan, así que si venimos con él la próxima le invitaremos a unas partidas'' dijo Ren, sosteniendo la pistola de luz que servía de control, ''Pues me parece bien, pero te advierto que soy la reina de estos juegos, en Brisbane nadie me ganaba'' le respondió Bluey, sonriendo de manera confiada, dicho esto, ambos se prepararon, Ren insertó la ficha, y comenzó el juego. Ambos entraron en la zona bastante rápido, pasando por los niveles a una velocidad sorprendente, jamás fallando ni un solo disparo, Ren destacó mucho más que Bluey en este aspecto, sosteniendo su arma de un modo mucho más profesional que Bluey, quién lo hacia más como lo harían en una película, pero eso no importaba, ya que la situación no era tan tensa cómo un combate contra una Sombra, cosa que demanda precisión perfecta. Pronto, una pequeña multitud se aglomeró a su alrededor, todos asombrados por cómo esta pareja estaba arrasando el juego, con una puntuación tan perfecta que era difícil creer que no estuvieran haciendo trampa, y para el final del juego, habían alcanzado el millón de puntos, y la máquina los recompensó con 1000 tiquetes, la mayor cantidad que cualquier máquina podía llegar a darles. La multitud aplaudió y les felicitó, e incluso algunos les preguntaron por sus secretos, Bluey y Ren pasaron de ellos, caminando hacia la sección de juegos de carreras, aunque a medio camino, Bluey vio a un Rottweiler grande, musculoso y fornido jugando a esas máquinas con un pequeño saco de boxeo, esas que entre más fuerte pegas, más puntos obtienes, ''Eh, Ren, ¿qué dices si le muestro a aquel tipo la fuerza de una Ladrona Fantasma?'' dijo la cachorra con tono confiado, ''No me parece buena idea. Es cierto que el Metaverso te ha fortalecido, pero no has entrenado tanto cómo yo, o incluso cómo Ryuji, quién ya era muy fuerte antes de entrar...'' Ren quería seguir hablando, pero Bluey lo ignoró y se acercó al enorme sujeto, ''¡Eh, tú, Behemoth! Te apuesto a que pego más fuerte que tú'' le dijo, el tipo se giró y la vió, dándose cuenta que la persona que la había hablado era una chica que le llegaba a la cintura, ''Escucha, pequeña, no voy a insultarte porque eres sólo una niña, pero no me ganarás ni en sueños, eres muy pequeña. Además, mi récord es de 700, el mayor puntaje del Arcade, vengo aquí una vez por mes para mantenerlo.'' le dijo él, acariciando su cabeza levemente, esto hizo que Bluey se enojará, así que acercó con determinación a la máquina, se puso en poscición y asestó un poderoso golpe, el saco salió disparado hacia atrás y golpeó el sensor con tal fuerza que se escuchó cómo si alguién hubiese disparado un arma dentro del lugar, la pantalla de la máquina parpadeó levemente, cómo si estuviera confundida antes de mostrar el punteo: 999. El Rottweiler se quedó petrificado del susto, dándose la vuelta para irse, decepcionado de haber perdido su record contra una niña, y justo en ese instante vió a Ren aproximarse a Bluey ''Eso fue imprudente, pudiste meterte en problemas, escucha, sé que hoy está siendo divertido, pero no te pases, que no sómos indestructibles cómo para pelear contra todos los que vemos'' le dijo Ren preocupado, entonces el Rottwieler le tocó el hombro, Ren se volteo, ''Oye, hermano, porfavor no engañes a tu novia nunca. Esta chica casi rompe esa maldita máquina, y ella no entrena pesas, mira que yo entreno todos los días y jamás la cosa esa ha hecho ese sonido cuando yo la golpeo. Si te gustan tus huesos enteros, sé un novio fiel'' le aconsejó antes de irse. Ren trató de explicar que Bluey no era su novia, pero el tipo se había ido antes de que pudiera hacerlo, Ren sólo se limitó a hacerle un gesto a Bluey indicando que debían irse. 

Al salir del Arcade Ren comenzó una pequeña charla con Bluey ''¿Que te pareció el día de hoy? Te dije que iba a molar mil'' Bluey soltó una risita, ''Sí, estuvo que flipas, tío. Madre mía, es que no me le creo, esa hamburguesa que te has comido, no pensé que pudieras hacer tal cosa, ¡y el Arcade ha sido lo mejor! Sin duda, esa clase de juegos, aunque largos, no se nota el tiempo cuando juegas con amigos'' respondió mientras su cola se agitaba felizmente de un lado a otro, y así siguieron durante un rato, hasta llegar al Shibuya Indigo Hotel. ''Hoy fue increíble, espero que podamos hacer algo así otro día'' dijo Bluey, en la entrada del hotel mientras el sol se ponía en la distancia, ''Claro, sólo dime cuando y vamos. Nada más que la próxima vamos al cine, que ahora debo dejar la comida por cómo dos días por cómo me atasqué hoy'' dijo Ren, aquel comentario fue tan repentino que Bluey se echó a reír, Ren también, porque no pudo aguantarse la risa. Ambos se despidieron con un pequeño abrazo y Bluey fue inmediatamente a su habitación, estaba exhausta. Mientras veía la tele, su móvil sonó, ella lo levantó de mala gana, pensando que talvez era su padre, quién no paraba de preguntarle cómo estaba, pero para su sorpresa, era Haru, quién la había escrito ''Querida amiga Bluey, ¿te gustaría ir conmigo a Akihabara mañana? Quiero ar a por un par de cosas de mi Anime favorito, ya le he preguntado a mi opción usual, Ryuji, pero ha dicho que no''. Espero tu respuesta. Bluey aún no entendía porque Haru hablaba de una forma tan formal, pero eso era lo de menos, le emocionaba pasar el día con una miembro más de Los Ladrones Fantasma, así que aceptó inmediatamente diciendo ''Claro que sí, Haru. Nos vemos allá mañana'' dejando el móvil por un lado.

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