Cruzando las Fronteras, Capitulo #2

 Capitulo #2: Un Sueño hecho realidad

Bluey comenzó a dar vueltas en círculos al rededor de su habitación, o más bien, por la armería, tratando de comprender qué demonios estaba sucediendo, buscaba una explicación lógica a lo que sea que estuviese pensando. ¿Podría acaso ser un sueño lúcido? aquella posibilidad parecía posible, hasta que recordó que había estado despierta hablando con Bingo hasta hacía unos instantes, sin señales de querer dormir en lo absoluto, y aunque así fuese, ella debería poder despertar en cualquier momento si así lo deseara, pero ese no era el caso. ¿Talvez alguien puso alucinógenos en su comida o bebida? una posibilidad aterradora, pero hacía sentido al principio, pero luego, al recordar que los alucinógenos no producían imágenes tan claras, la posibilidad fue descartada. En desesperación, ella comenzó a gritar -¡Maestra Retriever!, !Profesor Labrador!, ¡Alguien! ¡Incluso Rusty está bien!-. En ese instante, un sonido de pasos atronadores comenzó a sonar por el pasillo, cómo si fuese una estampida. En un instante, un equipo de perros que usaban una armadura pesada y estaban armados con enormes rifles entraron a la armería, esto no hizo más que asustar a Bluey muchísimo más, ella se desmayó una vez todos los soldados le apuntaron con sus armas, -Bueno, ¿ahora qué?- dijo uno de ellos, -No sé, el jefe no me dijo qué hacer si un intruso se desmaya, sólo si atacan-, respondió otro, -Llevémosla al alojo temporal, después le avisaremos al jefe y él sabrá que hacer.- espetó rápidamente el líder del equipo, los demás no respondieron, sólo obedecieron. 


Aunque por ahora nos hará bien separarnos de Bluey por un rato, ya que en algún lugar del mundo real, un singular evento está apunto de suceder, y esto cambiará la vida de Bluey para siempre.


Las calles de Yongen-Jaya estaban en su habitual bullicio, y el rítmico sonido de pasos, acompañados por unas pequeñas patitas resaltaba entre todos los demás ruidos en el lugar. -Se los digo, equipo, hay un Palacio muy raro por algún sitio, lo huelo.- decía un pequeño gato de color blanco y negro, mientras caminaba al lado de un grupo de pintorescos jóvenes, -¿Estás seguro, gato?-  dijo uno de ellos, Ryuji Sakamoto, un Pitbul lleno de energía y valentía, ya saben, el tipo de persona que daría la vida por tí, -Morgana no es un gato, Ryuji- Le respondía Ann Takamaki, una Dálmata de figura delgada y ágil, una chica muy honesta y honrada a pesar de su apariencia, -Eso no importa, él mencionó un Palacio, debemos robar el tesoro de su Señor de inmediato para que ya no cause daño- continuó Makoto Nijima, una Doberman nada femenina pero muy fuerte, alguien que defiende a sus amigos sin importar qué, -Ella tiene razón, el señor de un Palacio puede llegar a ser muy peligroso, nosotros ya lo hemos comprobado de primera mano, uno de nosotros de hecho ya tuvo un Palacio- afirmó Yusuke Kitagawa, un Husky delgado y elegante, un chico algo egocéntrico pero muy noble, -¡No te pases de lanza, Inari! Yo no fuí ni de cerca tan mala, además, yo también tengo el Palacio en la mira- dijo de repente Futaba Sakura, la chica lista del equipo, una Corgi bastante singular, el cerebro del grupo de amigos, pero algo tímida. -Oh, eso es sin duda algo maravilloso, pero ¿Alguna idea de quién podría ser el señor del Palacio? si no es alguien muy importante no deberíamos detenerlo, sería una pérdida de tiempo- sugirió Haru Okumura, una Shiba Inu de aspecto inocente, pero que escondía un lado rudo y fuerte que lucharía por todos los que ama sin dudar, -Nada de eso, es necesario detenerlo, si tiene un Palacio es porque sus deseos están muy distorsionados y daña a aquellos a su alrededor, detenerlo puede no darnos fama, pero sí ayudará a alguien- dijo de forma firme Ren Amamiya, un Pastor Alemán, el líder del grupo, un joven reservado, pero alguien que luchaba (y aún lucha) por el bien de todos, no sólo de sus amigos. Para el ojo más agudo y el oído más avispado, la identidad de estos chicos será muy obvia, pero para aquellos distraídos, aquí podemos ver a los Ladrones Fantasma de Corazones, hablando sobre su siguiente gran golpe.
-¡Bien dicho, Ren! Sabía que eras así. El Palacio está por Shibuya, en el Hotel, estoy seguro- dijo Morgana, el felino, -En mi opinión experta, lo que dice es verdad- confirmó Futaba, -¿Pero estáis mal de las piernas o qué?- espetó Ryuji, -Vamos, moved las patas- continuó, -Calma, si nos apresuramos va a parecer que robamos algo- dijo Ren, mientras sujetaba a su mejor amigo, quién estaba a punto de emprender una marcha atlética hacia el lugar, -Pero si vamos a robar algo- dijo Yusuke, confundido, Makoto lo calló al instante diciendo, -¡Idiota! ¿Quieres que nos descubran? Sólo vamos- y dicho y hecho, el grupo partió en silencio y a velocidad moderada hacia el sitio, al llegar, Ren tomó la iniciativa, -Bueno, ¿quién es el Señor del Palacio? ¿El dueño del hotel?- preguntó, -No sé, mejor investigamos otro día, además hay mucha gente, nos van a ver entrando al Metaverso- dijo Futaba, algo nerviosa, -Vale, hagámoslo rápido entonces, Ryuji, ¿Ideas sobre las palabras clave?- preguntó Makoto, -No será necesario, mirad- dijo Haru, mientras mostraba a todos que la entrada había sido desbloqueada, -No sé qué pasó aquí, pero nos hemos ahorrado un buen de tiempo, equipo, preparaos, hay una nueva misión- indicó Ren, presionando el botón de ''Entrar a Un Palacio'' en su aplicación del Meta-Nav



Mientras tanto, Bluey despertaba de su repentino desmayo, dos guardias vigilaban la celda en la que ella estaba, mientras un imponente soldado gigante la observaba detenidamente. -Hola, Bluey- el extraño hombre la saludó. -Quién eres? ¿Por qué estoy aquí?- Preguntó Bluey, fingiendo valentía, -¿Es que no me reconoces? Veamos si esto ayuda-, el soldado tomó firmemente su casco y se lo quitó, revelando que lo que Bluey pensó era un traje era en realidad una armadura cibernética, y bajo aquella imponente máquina se ocultaba uno de sus compañeros de clase, Rusty, aunque sus ojos brillaban en un antinatural color amarillo. -¿Ahora me reconoces?- dijo de forma sarcástica, -¿Rusty? ¿Qué es este lugar? ¿Cómo tienes esa armadura?- preguntó Bluey, desesperada por respuestas. -Ah, verás, este es el Palacio de la Guerra, aquí mis deseos se hacen realidad. Por eso la armadura. Y gracias a que has aparecido aquí, tengo la oportunidad de crear super soldados con tu ADN, con ellos dominaré este mundo de deseos, y controlaré la mente de todos, y todos harán lo que yo quiera. Esto tardará una semana más o menos, así que hasta que eso no pase, esta será tu casa- explicó el clon, Bluey se quedó sin palabras, y sólo pudo observar mientras Rusty se alejaba y entraba por la puerta de un elevador. En ese instante algo pasó, una alarma sonó y los guardias se prepararon para pelear. Alguien había entrado al Palacio.

-Muy bien, para esta infiltración Inicial, Panther, Queen y Skull irán conmigo, explicó Joker a su equipo, mientras los no elegidos asentían y se escondían en la penumbra, el equipo entró por una ventilación abierta, y para su enrome sorpresa una alarma se activó, Joker ayudo a su equipo rápidamente a escabullirse hasta que salieron de la ventilación en un pasillo, que se dirigía hacía el área de prisión, allí, vieron que había sólo un par de Sombras que tomaban el aspecto de guardias, y una prisionera, probablemente una cognición del Señor del Palacio, en una celda. Joker ordenó a Skull usar Mazionga en los guardias, mientras Panther usaba Tarukaja en él, y Queen usaba Copa de Campeón sobre si misma, al oír aquellas instrucciones las sombras se transformaron en un Hell Biker y un Genbu, pero fueron golpeadas al instante por un potente ataque eléctrico. Las chicas por su parte hicieron lo ordenado y luego se lanzaron al ataque, Ann usó Garu, una habilidad que ella era capaz de usar gracias a su Anillo de Viento, y Queen usó Freila, un potente ataque nuclear, y tan pronto cómo el combate empezó, este terminó. Por radio, Oracle comenzó a hablar -¡CHICOS! la persona en la celda es alguien real, no una cognición, sacadla de ahí- les dijo, -Enterado, ¡Persona! Pale Rider, destruye la puerta- gritó Joker, pero su ataque fue interrumpido por un auténtico batallón de Sombras que los rodeo, dejándoles sin escape y sin forma de defenderse. Desde su celda, Bluey había visto lo único que siempre quiso: un combate real de los Ladrones Fantasma, pero ahora, ella estaba horrizada, los Ladrones estaban rodeados, y morirían. Ella comenzó a gritarle a Rusty, diciéndole que era un maldito, un idiota, y muchas groserías más. hasta que escuchó una poderosa voz femenina -¿Qué estás haciendo? ¿Vas a quedarte paralizada? ¿Permitirás que el mal prevalezca mientras te refugias en una falsa seguridad? ¿Permitirás que tus héroes mueran? Ellos no van a sobrevivir si te quedas aquí. Entonces, ¿tu elección es permanecer en silencio y permitir que nuestro enemigo se apodere de todo?

He presenciado tu valentía, he visto tu fuerza. Hazme una promesa. Yo soy tú, tú eres yo... ¡Tú, dispuesta a desafiar lo impensable por tu propia libertad, y por el bien del mundo! Pronuncia mi nombre y despierta mi fuerza. ¡Muestra tu determinación para alzarte, incluso si estás atrapada en la mismísima oscuridad, incluso si debes luchar con el mismo Satanás!- dijo aquella voz, justo al terminar de hablar aquella presencia, una máscara apareció de pronto en el rostro de Bluey, era una máscara de metal dividida en la mitad, del lado izquierdo, azul, y del lado derecho, naranja, la máscara era lisa y cubría toda la mitad superior de la cara de Bluey, ella la tomó con fuerza, y jaló lo más fuerte que pudo, hasta que la máscara se despegó, junto con gran parte de su piel. Bluey se desplomó, parecía que haberse arrancado la extraña máscara de la cara la había matado, ya que había sangrado mucho, en un susurro dijo, con sus últimas fuerzas -Te oigo. Lo detendremos pase lo que pase, nunca dejaremos a nadie como él ganar, Monarch-, y en un instante, su cuerpo se vio envuelto en poderosas llamas azules, y una figura alada se alzó tras de ella, una mariposa monarca que sostenía una espada y un escudo. Bluey ahora estaba usando una armadura dorada con una capa roja, y portaba un gran mandoble que se asemejaba a unas alas de mariposa, y enfundada en su espalda, descansaba una ametralladora, la cachorra se había curado de su mortal herida, y en un triunfal comando de guerra gritó, dejando atónitas a ambos las Sombras y a los Ladrones, -¡Monarch, destrúyelos! ¡Usa Makouhagon!- y así lo hizo, el brillante ataque de luz atravesó la puerta de la celda, desintegrándola al instante, golpeó a las sombras y las mandó a volar, Bluey saltó tras de ellas al mismo tiempo que Joker, y ambos atacaron en lo que parecía una coreografía bien planeada, cada movimiento parecía sincronizado, incluso ambos tomaron sus armas y dispararon al unísono, terminando con el batallón. Bluey estaba muy feliz de conocer a sus héroes, y quería decirles muchas cosas, pero ahora no había tiempo para su fanatismo, ni siquiera para celebrar su primer combate, porque un grupo aún más grande se aproximaba, así que todo el equipo corrió por el Palacio hasta alcanzar la puerta de salida, y aun así no se detuvieron hasta llegar al mundo real, dónde unos muy confundidos Ladrones observaron a Bluey, -¿Quién rayos eres?- preguntó Futaba, atónita, -Nuestra nueva miembro, claro- dijo Joker, Bluey lo miró, dándose cuenta de que lo encontraba bastante atractivo, esto combinado a lo que él acababa de decir, hizo que la cachorra sufriera un desmayo más.

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