Una Puerta a Otro Mundo- parte 4

Brandon estaba aterrado, congelado, quedándose petrificado, aunque en ese momento su mente estaba concentrada en un solo pensamiento, salvar a su mejor amiga. ''De acuerdo, muy bien. Iremos a esa mansión, le patearemos el trasero al diablo, y salvaremos a May'' dijo el jóven, en la voz de un superhéroe, ''Wow! cálmate, no podemos entrar ahí tan fácil, necesitamos un plan, y sé a quién dirigirme. Iremos a la ciudad, y le hablaremos a uno de mis amigos'' Respondío Alex.

Y sin decir nada más, el pequeño demonio subió a Brandon a su carreta, y chasquéando los dedos convirtió la carreta en un auto, y aceleró hacia la ciudad en el horizonte.El viaje no duró mucho, de hecho, la ciudad estaba más cerca de lo que aparentaba y esta era increíblemente extraña, Brandon estaba asombrado con la metrópolis ante sus ojos, los enormes edificios, brillaban literalmente en todos los tonos de rojo imaginables, varias tiendas, anunciaban productos de apariencia sospechosa que Brandon no reconocía, aunque no les dio tanta importancia, seguramente eran cosas que solo le servirían a un demonio. Alex paró el vehículo, frente a un edificio algo más pequeño que los otros, -''Quédate conmigo, no es cómo si este edificio en particular sea peligroso, pero estoy seguro de que te irá mejor si yo soy tu guía''- Brandon asintió con la cabeza, y comenzó a caminar justo detrás del demonio, en la recepción no había nadie, solo un tablero de botones, Alex presionó el botón número 34, una pequeña pantalla se iluminó, el texto en ella indicaba que la persona en ese apartamento los esperaba. Al llegar, la puerta tenía escrito ''I-M-P Asesinos a su servicio'' Brandon se sorprendió 

-''¿Vamos a matar al Diablo?''-, preguntó

-''¿Qué?, no, claro que no, esta sólo es la antigua sede de los IMP, unos tipejos que supuestamente matarían a quien fuera, hasta que claro, les salió mal, y alguien les regresó el favor. Cuentan que lo que los mató fue una criatura de increíble poder, con cuatro poderosas garras, con una piel metálica de colores blanco y dorado''- explico el demonio, -''Eso... me suena conocido, podría haber sido un Metagross''- -''Ah, uno de esos Pokémon, ¿cierto?, me contaron que si un Pokémon tiene mucho cariño a su entrenador se puede volver Super Sayayin''- Brandon estaba a punto de responder, pero la puerta se abrió, y un familiar rostro apareció del otro lado

-''¡Darkrai!''- Exclamó Alex, el espectro levantó a Alex y lo abrazó, respondiendo a su saludo -''Tanto tiempo sin verte, ¿Cómo estás?''- Brandon estaba sorprendido -''¿Darkrai es tu amigo?''- preguntó el joven -''Amiga, y sí, ella será quién nos ayude, ¿cierto, Darkrai?''-  -''Si. Ahora vengan, no quiero que nadie vea al humano, a la gente por aquí no les agradan tanto. Verás, joven humano, desde hace un rato todo se volvió más sereno por aquí, porque nuestro nuevo gobernante impusó algunas nuevas reglas, por ejemplo, antes podías hacer literalmente todo lo que quisieras, dónde quisieras. Pero, cuando este tonto apareció, las cosas raras que quieras hacer, hazlas en tu casa a puerta cerrada. Claro que yo no hacía nada raro, pero eso molestó mucho a algunas personas, cómo este estúpido de aquí'' dijo la fantasma apuntando en la dirección el que se encontraba Alex ''Además, lo único que necesitas ahora para entrar a la Mansión de Lucifer es ser un demonio y tener carné de habitante, y a tí te podemos disfrazar y hacerte uno falso.''-